“Me gozo en las obras de tus manos”

Salmo 91, 5.

lunes, 30 de mayo de 2011

EL ARTE Y EL ANGEL

El arte y el ángel



El pintor demudado que miraba


A su lienzo de blanco inmaculado


Con porfía buscaba inspiración


¡Oh sorpresa! los colores se fugaron.



Las palabras esquivas no venían


A la pluma del poeta inerme


Ante la búsqueda eterna de la rima


Que le diera sentido a su presente.



Se encontraron de pronto percibiendo


Que un lazo invisible los unía


¿Cómo pintar belleza con colores


Con palabras, con prosa y poesía?



Un ángel que de pronto se acercaba


Al notarles tamañas apatías


Comenzó susurrando estas palabras


Que sonaban como una melodía.



¿Qué habéis hecho humanos ya virtuosos


Poseedores de un alma bendecida?


¿Dónde miran buscando inspiración?


¡Sean voceros de almas agradecidas!



Pinten cuadros de admiración y rezo


De amistad y de amor siempre en vigilia


Rimen cruces, plegarias y hasta llanto


Canten siempre un himno a la vida.



Muchas almas no tienen vuestro don


De percibir la belleza y la alegría


Que aparece de la mano del Señor


Oculta entre la luz y la armonía.



Y es seguro que lo dicho es muy difícil


Por designio divino así prescrito



Más si sienten dolor en vuestro empeño


También Cristo lo sintió con su martirio.



Así entonces pintores y poetas


Siéntanse como gente esclarecida


Que se empeñan en pintar fe y la belleza


Que se ve con el alma agradecida.



El pintor sintió una brisa imaginaria


Que avivaba las brasas encendidas


De su alma que, plena ya de gozo


De colores y luces florecía.



El poeta en cambio advertía


Que unas lágrimas fluían a su mejilla


Y un dulzor mezclado de nostalgia


Le ayudaba a rimar, en sus poesías.



Y el ángel ante el solio del Altísimo


sus acciones en Tierra relataba


“Mi buen Dios he enseñado a dos artistas


Que el buen arte y tu Verdad van hermanadas.”




Aldo H Delorenzi