“Una de
las más hondas y extrañas de todas las humanas sensaciones es la que nos
penetra súbitamente acaso en un jardín, de noche, o en un prado suave: la
sensación de que cada flor y cada hoja acaban de pronunciar algo estupendamente
directo e importante, y que nosotros, por un prodigio de imbecilidad, no hemos
oído o comprendido. Hay cierto valor poético y genuino en esa sensación de
haber dejado escapar el entero significado de las cosas. No sólo hay belleza en
la sabiduría, sino en esta asombrosa y dramática ignorancia”.
Chesterton,
Robert Browning.