Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar ¡Señor Santo, Padre Todopoderoso y eterno Dios! Que pusiste la salvación del género humano en el árbol de la Cruz; para que, de donde se originó la muerte, de allí renaciera la vida, y para que, el (demonio) que venció en un árbol, en un árbol fuese también vencido, por Jesucristo Nuestro Señor.
(Prefacio de la Misa de la Institución de la Eucaristía)
(Prefacio de la Misa de la Institución de la Eucaristía)