“Me gozo en las obras de tus manos”

Salmo 91, 5.

jueves, 1 de julio de 2010

MUSICA

“El único fin y el único objetivo de toda música no es más que la alabanza de Dios y la recreación del alma. Cuando se pierde esto de vista, no puede haber verdaderamente música, sino solamente ruidos y gritos infernales”.

Johann Sebastian Bach.



“Ante la música tengo siempre sólo una sensación: me falta algo. Nunca me enteraré del fundamento de esta suave tristeza, nunca querré indagarlo. No deseo saberlo. No deseo saber todo.(...) Me duele la música. No sé si realmente la amo. Me toca, precisamente donde me encuentra. No la busco. Me dejo acariciar por ella. Pero esta caricia hiere. ¿Cómo decirlo? Música es un llanto en melodías, un recuerdo en notas, una pintura en sones. (...) Me falta algo cuando no escucho música, y si escucho música, entonces empieza realmente a faltarme algo. Esto es lo mejor que sé decir acerca de la música”.

Robert Walser, “Los papeles de Fritz Kocher”.



“Después de cenar, Natacha, a ruegos del príncipe Andrés, se sentó al clavecín y comenzó a cantar. El príncipe estaba cerca de la ventana, hablando con las señoras, y la escuchaba. Al final de una estrofa calló y escuchó. Impensadamente subieron a su garganta unos sollozos cuya culpabilidad no sospechó siquiera. Miró a Natacha, que cantaba, y en su alma aconteció algo nuevo y feliz. Estaba alegre y triste a la vez. No tenía ninguna razón para llorar, pero las lágrimas se escapaban de sus ojos. ¿Por qué? ¿Por su antiguo amor? ¿Por la pequeña Princesa? ¿Por sus ilusiones, por sus esperanzas...? Sí y no. Las lágrimas obedecían sobre todo a la contradicción violenta que, de pronto, había reconocido entre alguna cosa infinita, grande, que existía en él, y la materia, reducida, corporal, que era él e incluso ella. Esta contradicción lo entristecía y lo alegraba mientras ella cantaba”.

León Tolstoi, “La guerra y la paz”, Libro II, cap. 19.



“La música es expansiva, no por accidente, sino por naturaleza, y también por esencia. Su esencia es una expansión. Desde este punto de vista, tiene con las lágrimas una magnífica semejanza.
La música es una expansión, un desbordamiento, un transporte. Participa de la llama, ¡tiene algo del incienso, y su peso la eleva hacia el cielo! Ella tiene el amor como carácter y el gozo como patria. Su tristeza, que a veces es inmensa, no constituye excepción a esta última ley.
Los Salmos de la penitencia pueden cantarse, porque el dolor que expresan se desprende sobre un inmenso fondo de gozo. La tristeza implora la alegría, la presiona y la produce.
El Credo puede cantarse, porque no es solamente la exposición de una doctrina; también indica el motivo del gozo, proclama la Buena Nueva como realidad superesencial”.

Ernest Hello, “Hamlet en ópera”, El Siglo.



“La música ofrece al hombre un mundo desconocido que no tiene nada en común con el mundo material; un mundo en el cual se separa de todos los sentimientos provocados por hechos reales para entregarse incondicionalmente a lo irreal”.

E.T.A. Hoffmann



“El arte de la música es el que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos”.

Oscar Wilde
“La paz de mi alma puede reflejarse en mi música y mi música puede dar paz al alma”.

Narciso Yepes



“La música es un arte particularmente difícil de entender y tiene innumerables connotaciones emocionales. Contiene muchos elementos y, dependiendo de sus combinaciones, tiene el poder de tranquilizar o de energizar, enaltecer o degradar y vulgarizar, acercarnos a la meditación o a la violencia. Es una potente fuerza tanto para el bien como para el mal”.

Dr. Howard Hansen

“El abuso de la música desequilibrada produce efectos desagradables...Cierta música moderna...puede provocar un desequilibrio en el sistema nervioso. En cambio, muchas son las personas que al oír buena música han podido comprobar sus efectos terapéuticos”.

Edgar Willems, “Las bases psicológicas de la educación musical”.


“Nunca creí en ese disparate llamado rock nacional. No existe. Es rock y punto.Creo que uno de los graves problemas de la música argentina es su carencia de identidad nacional. Hablo de esta época.Que se junten cuatro o cinco pibes en la casa de uno y empiecen a tocar caca me parece bárbaro. Son ciclos a cumplir, cuatro o cinco años. Pero si el resultado final, cuando son tipos grandes, es Soda Stereo o Charly García, estamos fritos”.

Astor Piazzolla, “A manera de memorias”.