“Me gozo en las obras de tus manos”

Salmo 91, 5.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Lo verdadaremante real





"Ama a tu Dios, ámale sólo a Él
y tu corazón nunca estará solo.
En Él, Grande y Único, están
toda la fuerza, la majestad, la dulzura.
Es inútil que el alma se esfuerce por unirse
a otro ser de nuestro mundo;
inútil que un corazón se quiera hermanar con otro
porque, allá en lo más íntimo, estamos siempre a solas.
Hay una barrera invisible
que impide unirse
a las almas gemelas.
Tú, en esta vida, ama a tu Dios
o vive solo para siempre."


Aubrey de Vere (1814 - 1902) discípulo de J.H. Newman en Oxford, converso en 1851.

Visto aquí

Canción del cansancio de vivir





Alma, un poquito más. Esta subida
sube un instante, y dejará de serlo.
Después hay otra. Sí. ¿Por qué temerlo?
 Así, pobre alma mía ensombrecida.

Así, pobre alma débil, es la vida.
¡No te puedes quejar de no saberlo!
¡Tiempo no te faltó de conocerlo,
con tanto golpe y tanta sacudida!

Pues la filosofía y sus razones
calmar intentan tu dolor en vano,
y el que dan los amigos corazones

es consuelo falaz; al fin, humano.
Y vas cieguita y dando tropezones,
sin que nadie te lleve de la mano...


P. Leonardo Castellani

(En Las muertes del Padre Metri)

viernes, 25 de octubre de 2013

EL ENTERO SIGNIFICADO DE LAS COSAS





“Una de las más hondas y extrañas de todas las humanas sensaciones es la que nos penetra súbi­tamente acaso en un jardín, de noche, o en un prado suave: la sensación de que cada flor y cada hoja acaban de pronunciar algo estupendamente directo e importante, y que nosotros, por un prodigio de imbecilidad, no hemos oído o comprendido. Hay cierto valor poético y genuino en esa sensación de haber dejado escapar el entero significado de las cosas. No sólo hay belleza en la sabiduría, sino en esta asombrosa y dramática ignorancia”.


Chesterton, Robert Browning.

jueves, 28 de marzo de 2013

SONETO A CRISTO CRUCIFICADO




No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

Anónimo




miércoles, 30 de enero de 2013

STELLA MARIS



Salve Estrella del mar, Santa Madre de Dios

y siempre Virgen, feliz Puerta del cielo.

Tú que has recibido el saludo de Gabriel,
y has cambiado el nombre de Eva,
establécenos en la paz.

Rompe las ataduras de los pecadores,
da luz a los ciegos, aleja de nosotros los males
y alcánzanos todos los bienes.

Muestra que eres Madre: reciba nuestras súplicas
por medio de Ti, Aquél que, naciendo por nosotros,
aceptó ser Hijo tuyo.

¡Oh, Virgen incomparable! ¡Amable como ninguna!
Haz que, libres de nuestras culpas,
permanezcamos humildes y castos.

Danos una vida limpia,
prepáranos un camino seguro; para que,
viendo a Jesús, nos alegremos eternamente contigo.

Demos alabanza a Dios Padre,
gloria a Cristo Soberano y también al Santo Espíritu,
a los Tres un mismo honor. Amén.

EN EL MAR


Como un petrel que sobre la erizada

superficie del mar plúmbea y movida
volando sin cesar toda la vida
y con las olas por precaria almohada

la su indígena playa ya olvidada
toda esperanza de volver perdida
así boga mi alma mal dormida
sobre una eterna soledad salada.

Sólo un oscuro instinto la encamina
un increíble esfuerzo la sostiene
un fuego la alimenta y determina
el aire la mantiene

hacia el bajel azul de un rey que viene
hacia un sueño de amor inmenso y lene
y una ignota golconda diamantina.


Leonardo Castellani.
Naboland, 22 de diciembre de 1947.



EL MAR INMUTABLE




Pinturas de Walter Langley (1852-1922)



Pintura de Oscar Bjorck (1860-1939)


The unchanging sea, de D. W. griffith (1910)








"La Verdad es volvedora..."
(Castellani)

EL MAR