“Me gozo en las obras de tus manos”

Salmo 91, 5.

martes, 7 de abril de 2015

BALADA DE LAS DUDAS DEL LEGO






Era ya la tarde y estaban las nubes
perfiladas de rayos de sol,
cuando iba el buen lego, con su cantarillo,
por la veredica bendiciendo a Dios.

El misterio grave de la hora dorada,
lleno de agrio aroma de prados en flor,
se le entró en el alma, llenándola toda
con su turbación.

Se sintió pequeño, como aquel polvillo
donde iba posando su planta. . . Y pensó:
“¿Qué haré yo, granito de polvo en el mundo,
por ser grato a los ojos de Dios?”

Fray Andrés disciplina su cuerpo
sin tenerle piedad. Fray Zenón
atruena el convento cantando maitines
con hermosa voz.

Fray Tomás se pasa las horas inmóvil,
levantado en arrobos de amor,
y ni advierte las tres campanadas
con que la campana llama a colación. ..

Al lado de aquellos excelsos varones,
¿qué hará el buen leguito por ser grato a Dios?
Y con santa envidia murmuran sus labios:
“¡ Fray Andrés! ¡ Fray Tomás! ¡Fray Zenón!”

Y sus ojos, buscando respuesta
para aquellas dudas de su corazón,
se hunden en la tarde que muere,
sangrando los últimos rayos bermejos del sol.

Todo es paz y orden. Unos tordos vuelan
con pausados giros. Camina un pastor.
Gime una carreta. Corre un arroyuelo.

¡Todo deletrea como una oración!
¡La oración de las cosas sencillas
que obedecen humildes a Dios!

Y el buen lego descifra en su alma
la revelación
del arroyo, los prados, las flores,
las nubes, las hojas, las aves y el sol...

¡Todo cumple su fin mansamente!
¡Todo sigue un mandato de amor!
¡El llano lo mismo que el pico empinado,
que no está por eso más cerca de Dios!

Y el buen frailecito siente que en el alma
se le ha entrado un rayo, muy claro, de sol.

De pronto, recuerda que es tarde y ya es hora
de limpiar los platos de la colación.

Y apretando el paso, con simple alegría,
corre que te corre. .. ¿Qué más oración
que el ir mansamente por la veredica,
con el cantarillo, bendiciendo a Dios?


José María Pemán


viernes, 3 de abril de 2015

JESÚS SE ABRAZA CON LA CRUZ




Acércate, Bienamada,
la de los brazos abiertos.
A ti corro enamorado
con un ciclón de deseos.
Tengo sed de tu regazo
para morir en silencio.
Amada, la presentida
desde los montes eternos,
la elegida por el Padre
para el Varón Unigénito,
eres morena de sol
y tienes olor a cedro;
yo pondré sobre tus hombros
el lino en flor de mi cuerpo
y un rojo manto prendido
con cinco rosas de fuego:
¡divino traje de bodas
en el abrazo supremo!
Ven a mis brazos, Amada,
la de los brazos abiertos.
Bajo la noche del odio
iremos por el sendero
relampagueante de gritos
y enraizado de tropiezos:
¡que el amor siempre camina
por sendas de sufrimiento!
Cuando estemos en la cumbre
unidos los dos y quietos,
en holocausto humeante,
transverberados de fuego,
una nueva epifanía
alumbrará tierra y cielo.
Serás llamada Señora
y Madre de muchos pueblos.
Vendrán a ti con sus dones
los reyes del mundo entero.
Con tus brazos extendidos
serás rosa de los vientos
que conduzca caminantes
a mi Corazón abierto.
Los que a Mí quieran venir
tendrán que amarte primero...

Salgamos ya, Bienamada,
la de los brazos abiertos.


Romancero de la Vía Dolorosa, 2a estación.
P. Benjamín Sánchez Espinoza


martes, 31 de marzo de 2015

SALUTACION DE CRISTO A LA CRUZ EN EL CALVARIO





“Ven, estandarte de inmortal memoria,
Que has de triunfar del espantoso infierno,
Y, siempre digno de alabanza y gloria,
Fundarás en la Iglesia mi gobierno.
Y en el final juicio, con victoria
Universal y resplandor eterno,
Lucirás, y entre nobles compañías
De ilustres santos y en perpetuos días...

Árbol de vida y árbol de la ciencia
Del mismo bien, y palma victoriosa
De donde cogerá con más prudencia
Que Eva el fruto de amor, mi bella esposa,
Ven, que en ti mi suave providencia
Sombra le ha de hacer maravillosa,
Para que ya descanse, ya se aliente,
Hasta que a verme suba claramente.

Ven, ¡oh sagrada cruz! dame tus brazos,
Que yo te doy con caridad los míos,
Y te regalo con estrechos lazos,
Para mí fuertes, para el hombre píos;
Y si a tu amor no bastan mis abrazos,
Yo te prometo de mi sangre ríos,
Con que lavada y bella y dulce quedes,
Y rica al fin para ofrecer mercedes.

Ven, que en ti hallarán los pecadores
De infinita piedad la fuente abierta,
Y de gracia, dulzuras y favores
Los justos franca la dichosa puerta.
Salud el mundo, el cielo resplandores,
Su triunfo Dios, su vida el hombre cierta;
“Ven, cruz, y vamos”. Dijo, y recibióla
Con un beso de paz y levantóla.

De “La Cristiada”.

Fr. DIEGO DE HOJEDA (español, 1571-1665)

martes, 23 de diciembre de 2014

Navidad



Antonio Lucio Vivaldi: Gloria in Excelsis in C major, (RV 588)


Handel Messiah (Christmas Portion) - Robert Shaw and Atlanta Symphony Orchestra & Chorus


Alessandro Scarlatti - Christmas Cantata


R.Strauss Rosenkavalier Suite


Silencio


Kojo no Tsuki (Moon over the ruined castle)


miércoles, 17 de diciembre de 2014

La espera




“Y la tierra no había sospechado que lo más importante que en ella había era la espera de los que esperaban. La tierra, aturdida por el vano y confuso ruido de sus guerras y de sus discordias, no había notado que una cosa importante se realizaba en su superficie; y esta cosa importante era el silencio de los que esperaban en la solemnidad profunda del deseo. La tierra no sabía estas cosas; y si volvieran a suceder hoy, tampoco las sabría”.


(E. Hello, Fisonomía de Santos: Simeón y Ana la Profetisa).

Hobbit walking song - Tolkien



Los caminos siguen avanzando,
sobre rocas y bajo árboles,
por cuevas donde el sol no brilla,
por arroyos que el mar no encuentran,
sobre las nieves que el invierno siembra,
y entre las flores alegres de junio,
sobre la hierba y sobre la piedra,
bajo los montes a la luz de la luna.

Los caminos siguen avanzando
bajo las nubes, y las estrellas,
pero los pies que han echado a andar
regresan por fin al hogar lejano.
Los ojos que fuegos y espadas han visto,
y horrores en salones de piedra,
miran por fin las praderas verdes,
colinas y árboles conocidos.

Roads go ever ever on,
Over rock and under tree,
By caves where never sun has shone,
By streams that never find the sea;
Over snow by winter sown,
And through the merry flowers of June,
Over grass and over stone,
And under mountains in the moon.

Roads go ever ever on
Under cloud and under star,
Yet feet that wandering have gone
Turn at last to home afar.
Eyes that fire and sword have seen
And horror in the halls of stone
Look at last on meadows green
And trees and hills they long have known.

Bilbo en The Hobbit, 19

ARVO PART - "Spiegel im Spiegel'