Como un árbol
Como un árbol, de fuerte y de sereno;
como un árbol, tan bueno,
tan útil quiero ser.
Como un árbol que el viento, si lo azota
dejando alguna de sus ramas rota,
humildemente vuelve a florecer…
Quiero ser como un árbol florecido
que en cada rama sostuviera un nido:
armonía y canción.
Y que al beso del sol de primavera
que el ritmo de las savias acelera
es todo un corazón.
Ser fuerte, más sensible, como el pino
que hace vibrar en su ramaje fino
toda la escala musical…
Y si en su tronco se abre alguna herida,
desangra el útil oro de su vida
en aromado líquido cristal.
Ser como el árbol familiar que ampara
la casa solariega y le depara
abrigo, sombra, fuego en el hogar.
Y que al mostrar su copa, a la distancia,
anticipa la íntima fragancia
del amable lugar.
Lograr erguirse como añoso roble
cuya altiva expresión de orgullo noble
no es orgullo, sino serenidad…
Y, al domeñar mi corazón de hombre,
ser un amor sin límite ni nombre,
una anónima suma de bondad.
Juan Burghi