“Sin aquel amor de la soledad con que desde mi infancia me dotó el Señor, no sé qué hubiera sido de mí. Porque conviene tener presente que durante toda mi vida sólo me he encontrado a gusto y feliz, en la soledad, en los campos, al borde de las aguas o debajo de los árboles. No verme precisado a hablar y sí sólo a soñar o meditar delante de algún paisaje, esto ha constituido siempre mi mayor encanto. (...) ¡Ah! ¡Cuánta razón tenía San Bernardo al afirmar: “Algo más encontrarás en las selvas que en los libros!”. Y, como escribió sabiamente Poe: “Aquellos que sueñan de día conocen muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche”.
Adolfo Retté – Del diablo a Dios
Adolfo Retté – Del diablo a Dios