“Me gozo en las obras de tus manos”

Salmo 91, 5.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Primera lluvia de otoño



Cae una lluvia tan fina
que no parece que llueve...
Más bien es como el recuerdo
de otra lluvia, que florece
en la memoria de todos
callada y súbitamente.
Más bien es como el ensueño
del cielo, que se desteje
sobre los árboles quietos
del paisaje transparente.
Más bien es como una pena
que desde las nubes vierte
su mojada melodía
para que en el mundo sueñen.

Cae una lluvia tan fina
que no parece que llueve...
Seguramente hay enfermos
que la escuchan tristemente
como si cayera dentro
de sus pobres pechos débiles,
ensombreciendo en crepúsculo
el paisaje transparente,
apurando el paso grave,
misterioso de la muerte.
Hay, seguramente, madres
que al oír llover padecen
y enfermos que entre la lluvia
ven cómo crece la muerte...

Cae una lluvia tan fina
que no parece que llueve...


Francisco López Merino