“Me gozo en las obras de tus manos”

Salmo 91, 5.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Fugaces reflejos



¿Por qué ha de morir la rosa;
el día, por qué ha de morir;
por qué muere la sonrisa;
por qué se seca el jazmín?

Son destellos del Bien Sumo;
del Bien que no tiene fin.
Con sus fugaces reflejos,
vislumbramos su existir.

¿Por qué muere el inocente;
por qué no hay dicha sin fin;
por qué corre y corre el tiempo,
como implacable mastín?

No preguntes, alma mía;
que Dios nos vino a decir,
que creó el hombre para el Cielo
y una Eternidad feliz.


Ángel Luis Miguel Salvat